Es a lo mejor demasiado pronto para una tarde de domingo.. una tarde de pijama, películas de amor y tu hueco ausente en mi cama, si, esta frió pensemos mejor que sera por esos primeros días de un Diciembre, que nos congela por momentos.
Tardes de echarte de menos de tu cruel ausencia.
Tardes en la que la resaca es nuestra mayor compañía
Nos miramos a ese espejo que esta al otro lado de la habitación . Aun con la raya corrida en el ojo.. y siempre preguntando esa típica frase, ¡¡ Que coño hice yo anoche !!
Aun con el sello de esa disco de moda que firme sigue en tu mano, y la ropa mal colocada en cierta silla de tu habitación con un fuerte olor a tabaco, huella de que esa noche tuvo lugar esa momentánea borrachera de penas y alcohol de un típico Sábado noche.
Momento de reflexión de prometerte dejar el alcohol, de darte cuenta que las penas se ahogan por un corto tiempo, que la euforia enloquecedora se acaba
Momento en esa tarde de domingo, de cada semana en el que te prometes empezar de cero y cambiar tu vida, olvidar. Típicas promesas de Domingo.
Mirar por la ventana.. y ver a gente pasear, ver lo rápido y a la vez eterno que pasa el tiempo en este Domingo de Diciembre marcado por cierta ausencia.
La verdad que hay demasiadas vidas en una sola noche.
Algunas se cruzan, otras solo quedan en el olvido.. Algunas te calan hondo y simplemente otras no sabrás que existieron.
Es demasiado temprano para ser verdad. Demasiado bonito para que sea mentira
Y sobre todo Demasiado tarde ya para ser domingo y demasiado difícil para un corazón tan roto.
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